La Comisión Europea celebró una conferencia de alto nivel sobre clima y salud en Bruselas los días 19 y 20 de febrero. La conferencia se tituló “Perspectivas de investigación sobre los impactos del cambio climático en la salud”.
A continuación, Matthijs Nieuwenhuis, asociado de compromiso corporativo para Europa de La Isla Network, reflexiona sobre la conferencia.
“El calor es un asesino silencioso”, afirmó en la conferencia el Dr. Vladimir Kendrovski, Oficial Técnico sobre Cambio Climático de la Oficina Regional de la OMS para Europa. El cambio climático y la salud están indiscutiblemente entrelazados, con una creciente preocupación por las consecuencias del cambio climático para la salud. Participé en esta conferencia europea (#EUClimateAndHealth) en nombre de La Isla Network para crear conciencia sobre los riesgos del estrés por calor y ser parte de la solución.
El aumento de la frecuencia, la duración y la intensidad de los fenómenos de calor, como las olas de calor y las temperaturas extremas, son motivo de especial preocupación a medida que lidiamos con los efectos del cambio climático. Este no es un problema sólo de los trópicos. En los últimos 30 años, Europa ha experimentado un aumento de temperatura que duplica el promedio mundial.
El calor récord del verano pasado en Europa mató a unas 61.600 personas. Desafortunadamente, los trabajadores no tienen la opción de evitar el ambiente exterior si hace demasiado calor.
Sin duda, los trabajadores sufrirán y nosotros también. El estrés por calor entre la fuerza laboral europea resultará en una reducción de las horas de trabajo de aproximadamente un 2 por ciento, y su costo para la economía europea se estima en 830 mil millones de euros al año.
Reconociendo una preocupación creciente, estamos colaborando con los principales investigadores europeos (Andreas Flouris y el FAME Lab, por ejemplo) sobre estrés por calor y salud ocupacional para abordar este problema emergente en varios sectores de Europa.
Es imperativo salvaguardar la salud de los trabajadores frente a los impactos del cambio climático. A menudo hace demasiado calor para trabajar y debemos proteger a quienes recogen nuestras uvas, construyen nuestras casas o cultivan los tomates que disfrutamos. Ningún trabajador debería enfermarse por trabajar para nuestro beneficio personal y colectivo.
Mientras tanto, las sequías y las inundaciones amenazan la seguridad alimentaria, lo que podría provocar una pérdida del 37 por ciento de la capacidad laboral en todo el mundo, lo que le costará a la economía europea miles de millones de dólares. Abordar esta cuestión es una obviedad humanitaria y económica. Hagámoslo.
Todos debemos colaborar para brindar recomendaciones de políticas basadas en evidencia para salvaguardar la fuerza laboral, ayudar a los líderes de la industria a adoptar cambios y ofrecer apoyo técnico a las organizaciones que abordan el estrés por calor y otras enfermedades y lesiones ocupacionales. Al hacerlo, podemos mejorar la productividad y al mismo tiempo preservar la salud de nuestra fuerza laboral y, por lo tanto:
- Reducir los daños y mejorar la salud de la fuerza laboral
- Aumentar la productividad
- Lograr un retorno positivo de la inversión
Me entusiasma ver la creciente atención prestada a la seguridad y la salud de los trabajadores a la luz del cambio climático. Aunque todavía queda mucho trabajo por hacer, se están logrando avances. Un grupo cada vez mayor de empresas, instituciones y gobiernos están tomando medidas. Me encantaría ver crecer este grupo de pioneros.
¿Interesado en aprender más? Por favor contactar ma******@la************.org
