Los esfuerzos actuales para proteger a los trabajadores del calor en Estados Unidos, que incluyen una nueva norma propuesta por la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA), son sólo un primer paso y deben complementarse con más acciones, argumenta un grupo de investigadores que incluye expertos de La Isla Network.
Las temperaturas récord provocadas por el cambio climático están aumentando el riesgo de enfermedades, lesiones y muertes relacionadas con el calor entre los trabajadores. En los últimos años, ha aumentado la preocupación por proteger a los trabajadores del calor, tanto entre los trabajadores como entre las personas que compiten por protegerlos.
En julio, OSHA publicó una norma propuesta que describe los estándares de protección contra el calor que se aplicarían a todos los trabajadores en los EE. UU. Los expertos coinciden ampliamente en que el estándar de calor es un paso necesario para proteger a los trabajadores, y más acción Es necesario complementar el esfuerzo.
En un editorial publicado en Medicina del trabajo y ambientalLos investigadores de La Isla Network argumentaron que los esfuerzos actuales son solo un primer paso hacia “un mandato universal de protecciones fundamentales para todos los trabajadores”. Propusieron una estrategia para la implementación de protecciones térmicas en el lugar de trabajo “efectivas y alcanzables” en los EE. UU. y en otros lugares.
Jason Glaser, director ejecutivo de La Isla Network, explica:
“La norma federal sobre calefacción es un gran paso, pero es importante plantearla como una mera fase. Lo que se necesita junto con una norma federal sobre calefacción son intervenciones de seguridad y salud ocupacional basadas en datos, fisiológicamente eficaces y económicamente viables, que demuestren desde el principio que proteger a los trabajadores no es una carga, sino una ventaja competitiva que probablemente permita aumentar la productividad”.
Los investigadores analizan varias limitaciones de la norma actual de OSHA, entre ellas:
- Los umbrales de índice de calor de la norma (80 °F y 90 °F), que no reflejan el espectro completo de riesgos de calor, como la alta radiación solar, la carga térmica metabólica y el estrés fisiológico, subestiman el riesgo para la salud de los trabajadores y hacen que la norma sea poco probable que sea efectiva después de alcanzar umbrales de calor más altos en entornos extremos.
- Si bien la norma ofrece una opción para que los empleadores tengan en cuenta la carga de trabajo y las condiciones ambientales más específicas utilizando la temperatura de globo y bulbo húmedo (WBGT), es probable que los empleadores elijan la opción más fácil de utilizar valores de índice de calor "listos para usar" proporcionados por el Servicio Meteorológico Nacional, que no tienen en cuenta la carga de calor solar (la cantidad de energía solar que ingresa al lugar de trabajo y aumenta aún más las temperaturas).
- En lo que respecta a los descansos de los empleados, los horarios de descanso no obligatorios establecidos por el Instituto Nacional de Seguridad y Salud Ocupacional (NIOSH) resultan poco prácticos cuando se aplican en la práctica. Los investigadores sostienen que, en los trópicos o durante los veranos en el sur de los EE. UU., seguir las pautas del NIOSH podría reducir el trabajo a 15 minutos por hora durante la mayor parte de la jornada laboral o dar lugar a la suspensión total del trabajo.
A pesar de estas limitaciones, los investigadores creen que la norma de la OSHA podría ayudar a sentar las bases para un “enfoque más amplio y gradual” que incluya:
- Acceso a agua, sombra, descansos obligatorios, saneamiento, educación sobre el estrés por calor y planes de respuesta de emergencia al calor.
- “Directrices mejoradas con medidas basadas en datos”, incluido el desarrollo de horarios de trabajo y descanso adecuados mediante un control constante de la producción de calor ambiental y metabólico (cuando las células del cuerpo generan calor al absorber oxígeno y liberar dióxido de carbono). Esto fomentaría la elaboración de directrices orientadas al contexto que se basen en investigaciones y que puedan adaptarse a los lugares de trabajo individuales.
- Centrarse en la implementación de horarios de trabajo y descanso basados en datos.
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